"Estamos ante un hito en la logística aérea mexicana, seguro tendremos un antes y un después marcado por el decreto publicado el 02 de febrero del 2023", señala Experta CETYS.
El 02 de febrero del 2023, los operadores de carga aérea en México entraron en una cuenta regresiva para mover sus operaciones del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) y principal punto aéreo de entrada al país, hacia otra locación.
Con el decreto que establece el cierre del AICM a las operaciones de servicio de transporte aéreo en un plazo de 108 días hábiles, publicado en el Diario Oficial de la Federación en dicha fecha, inició un proceso de reconfiguración en la cadena logística del transporte mexicano de carga aérea, señaló la Dra. Bertha Martínez Cisneros, docente y coordinadora de la Licenciatura en Logística Internacional en CETYS Universidad Campus Mexicali.
Por su ubicación geográfica, añadió, es el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles el sitio que se está considerando para mover dichas operaciones de carga. El AICM es el principal aeropuerto de carga en México. En él, de enero a noviembre del 2022 se movieron 518 mil 813 toneladas. Este aeropuerto representa el 6.29% de las operaciones de comercio exterior en el país. Se trata de la principal aduana interior en México, aunque no se encuentra situada en frontera. De acuerdo con datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México (SCT), desde el inicio de la pandemia por COVID-19, el número de operaciones internacionales de vuelos comerciales de carga creció del 3% al 30%.
La expectativa de mover esta parte de la cadena logística aérea mexicana a más tardar el 05 de julio del 2023, hace necesario considerar su viabilidad operativa y económica.
“El movimiento de la carga aérea se da tanto en aviones exclusivos para carga como en aviones de pasajeros (belly freight), pues la mercancía se transporta en la bodega de carga del avión. Esta estrategia es muy común para las empresas de mensajería y carga para aprovechar los espacios y destinos en economías de escala. Con el decreto se considera que quedan exceptuados de salir del AICM los concesionarios y permisionarios que presten servicios combinados de pasajeros y de carga, siempre que la carga sea transportada en las mismas aeronaves que los pasajeros, lo cual crea la necesidad de conectar físicamente entre AICM y otro aeropuerto. Es el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) el que se está considerando para mover las operaciones de carga área”, explicó la coordinadora.
Detalló que la desarticulación entre carga de “belly freight” y exclusiva tendrá que generar un proceso más en la cadena logística de carga aérea mexicana con sus respectivos aumentos de tiempos y costos.
Considerando que la distancia entre el AICM y el AIFA es de 45 kilómetros aproximadamente, cruzando prácticamente toda la mancha urbana de la Ciudad de México, se debe tener en cuenta un posible desfase de tiempos entre aviones que estén conectado cargas urgentes/servicios exprés con aviones de pasajeros y viceversa, por las condiciones de tráfico terrestre entre los 2 aeropuertos.
Para la cadena de logística de carga aérea mexicana, esto implica la necesidad de reconfigurar las rutas y tiempos de origen y destino final de la carga, para determinar si pasarán o no por el AIFA, si solo pasarán por el AICM o si tendrán que trasladarse de un aeropuerto al otro.
“Las empresas de carga y mensajería tendrían que contar con equipo e infraestructura especial para realizar estos movimientos internos entre sus aeropuertos con las consideraciones correspondientes, en cuestión de operaciones aduaneras en caso de venir o ir a un destino fuera de México”.
Por ser empresas de servicios mixtos, pasajeros y carga, empresas operadoras de carga aérea en México, como Qatar Airway, Lufthansa y KLM tienen un gran reto frente a los 108 días hábiles de plazo para su reubicación. “Tendrán que buscar cómo dividir o relocalizar su personal en ambos aeropuertos, y sus instalaciones y capacidad operativas tendrán que duplicarse en espacios y equipos para poder dar cumplimiento al decreto”.
Por su parte, DHL, UPS y FedEx tendrán que desplegar estrategias operativas entre AICM y AIFA para rescatar la carga aérea que tendrá que ser transportada entre aeropuertos y que ésta pueda alcanzar su vuelo de conexión a su siguiente destino, lo cual conlleva un costo adicional para las empresas de mensajería y paquetería en sus servicios, especialmente los internacionales.
“Para la logística de carga aérea mexicana está a punto de romperse el paradigma del gran Aeropuerto de la Ciudad de México.Como ocurre en todas las transiciones, será bajo un clima de incertidumbre y aprendizaje por parte de los actores involucrados, pero que seguramente resultará en un movimiento hacia adelante en la competitividad de nuestro país. Estamos ante un hito en la logística aérea mexicana, seguro tendremos un antes y un después de este decreto”, concluyó la docente.