Los puertos mexicanos tienen la oportunidad de pasar de puntos de transferencia o de ruta en la cadena de suministro a convertirse en escalas de atraque.
Jorge Monzalvo, head of Customer Experience de Maersk México, instó a trabajar en una sinergia para lograr que México no sea solamente un punto de transferencia o de ruta en la cadena, sino que se aproveche como país para participar en actividades de valor agregado al presentarse una saturación en puertos de la Costa Este estadounidense.
La perspectiva hacia adelante en términos de capacidad de equipo, a grandes rasgos es de un entorno bastante complicado y apretado; pues, recientemente, con esta última tanda de restricciones en los puertos de China, se ha visto un impacto en la producción.
Durante su participación en la Semana del Contenedor, Logística y Transporte de la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal (AMTI), el directivo consideró que en cuanto se reanude la operación, la incógnita es: ¿cómo llegará ese latigazo? a Latinoamérica, EE.UU. y Europa
“Se vendrá ese tsunami y ejercerá más presión a la infraestructura portuaria, almacenes, aduanas, mientras las navieras tendrán el desafío de ofrecer a los clientes itinerarios que se puedan cumplir, para aumentar el nivel de confianza y de integridad”, dijo.
Actualmente, la tendencia del transporte marítimo es contratar diferentes servicios intermodales, mientras las navieras realizan un esfuerzo para ofrecer servicios logísticos adicionales, tales como almacenamiento, transporte terrestre, gestión de cadena de suministro, consolidados, flete aéreo, entre otros.
De manera que, agregó, las empresas importadoras y exportadoras nacionales deben explorar diferentes estrategias de regionalización en su mapa de proveeduría, qué tanto deben o pueden dejar de depender de proveedores chinos y mirar a países como Filipinas, Taiwán y Corea, llevar la producción a Estados Unidos con transporte multimodal.
Edna Herrera