A medida que ha crecido el tráfico de buques en el puerto de Manzanillo, también aumentó el número de buques sobredimensionados a partir de 2016, con una mayor presión sobre las maniobras de pilotaje, algo con lo que han podido lidiar los experimentados pilotos de puerto.
Recientemente los pilotos del Sindicato Nacional de Pilotos de Puerto (SNPP), que lidera Mario Camacho, ofrecieron un panorama sobre los retos que están enfrentando, ante un público convocado por la Asociación Mexicana de Infraestructura Portuaria (AMIP), que encabeza Claudia Sánchez.
El hecho toma relevancia si se toma en cuenta que Manzanillo está operando más de 3.5 millones contenedores medidos en TEUs, en sus diversas terminales, además de otras cargas, en sólo 17 muelles.
Mientras que, los buques que llegan día con día ingresan al puerto a través de canales de navegación que rondan los 17 metros.
Ahora las maniobras se han vuelto más complejas, debido a que los barcos han crecido hasta los 350 metros de eslora; mientras que los muelles más grandes cuentan con 17 metros.
Afortunadamente, la experiencia de los pilotos ha permitido esas maniobras, aunque precisan la necesidad de mejorar las condiciones de navegabilidad.
Unas mejores condiciones para la navegación también brindan mayor certeza y seguridad para los pilotos de puertos que ingresan todos los días, una gran cantidad de buques portacontenedores y cargueros de otras especialidades.
“Ahora nuestras actividades están apoyadas por un mayor flujo de datos sobre las características y condiciones de los buques, de grabar videos de las maniobras y tenemos software especializados”, dice el capitán de altura Arnulfo Orona, uno de los pilotos del puerto de Manzanillo invitado a la reunión para explicar cómo ha vendido avanzando el pilotaje.
Otro capitán y piloto invitado fue Guillermo Romero, quien argumenta como también se están utilizando ahora los remolques escolta en las maniobras de los grandes buques.
Su uso originalmente ideado para las operaciones portuarias de buques petroleros, ahora sirve a los portacontenedores, permitiendo aumentar la velocidad para maniobrar mejor los giros y operar en los complejos canales de navegación de Manzanillo.
“Una falla en las maniobras podría originar un fuerte accidente”, afirma Romero.
Ello se debe a que los canales de navegación del puerto fueron diseñados para embarcaciones de un metro de largo o eslora de 40 metros, pero a partir de 2016, las navieras comenzaron a traer buques de hasta 365 metros de eslora y 56 metros de manga.
Para ilustrar este crecimiento, los buques para los cuales fueron diseñadas las dimensiones del puerto eran para embarcaciones con capacidad de carga por alrededor de 6,000 TEU (Unidad de medida de contenedor de 20 pies), pero los buques que actualmente arriban a Manzanillo han aumentado hasta un crecimiento de 640%.
El incremento de la capacidad de los buques también implica un aumento en las operaciones de las terminales y a su vez, la exigencia de elevar los estándares del pilotaje ante las necesidades de cumplir los tiempos de la cadena de suministro para que las mercancías lleguen a tiempo a su destino.
Pilotos y expertise
A pesar de que hasta ahora los pilotos siguen saliendo avante en las operaciones de ingreso de los grandes barcos, gracias al uso de nuevas tecnologías y al expertise acumulado en años de trabajo, creen que es tiempo de nuevas inversiones en canales de navegación.
En comentarios a sus presentaciones, uno de los pilotos se refirió al papel de las Capitanías de Puertos y el Registro Interno de Operación de los barcos.
También abordó temas de rotaciones de personal y jubilaciones, relacionadas con el expertise del pilotaje. Una mayor experiencia repercute en las eficiencias y en la seguridad.
A la reunión de la AMIP asistieron múltiples invitados entre ellos, el capitán Conrado E. Neervoot Suárez, a nombre de la Secretaría de Marina y de la Coordinación de Puertos, entre muchos otros directivos y empresarios que acudieron al desayuno temático: “La importancia del pilotaje en la cadena logística del transporte marítimos: Caso Manzanillo”.
Gabriel Rodríguez