El conflicto bélico ruso-ucraniano pone en peligro la frágil recuperación en el intercambio mundial.
Así lo observan los analistas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), quienes recortaron para este año desde 4.7% a 3% la previsión del crecimiento mundial del volumen del comercio de bienes y lo ubicaron en 3.4% para el 2023.
Al reevaluar sus proyecciones para los dos próximos años, pronosticaron un crecimiento de las importaciones de 3.9% en América del Norte, y de 4.8% en América del Sur.
Para Europa, de 3.7%; para la Comunidad de Estados Independientes (que excluye a Ucrania), de -12%; para África, del 2.5%; para Medio Oriente, de 11.7%; y para Asia, del 2 por ciento.
Resaltaron que el comercio de servicios se verá afectado por el conflicto en Ucrania, en particular en el sector del transporte, que abarca el transporte marítimo de contenedores y el transporte aéreo de pasajeros.
A la guerra se suman los bloqueos en China para evitar que la propagación del Covid-19 que perturban al comercio marítimo, en un momento en que las presiones de la cadena de suministro parecían estar disminuyendo. Lo que provoca ya una nueva escasez de insumos para la fabricación y una mayor inflación.
La repercusión económica más inmediata de la crisis, es el incremento de los precios de los commodities. A pesar de su pequeña participación en el comercio y la producción mundial, Rusia y Ucrania son proveedores clave de productos esenciales, como alimentos, energía y fertilizantes, cuyo suministro se ve ahora amenazado por la guerra.
Edna Herrera