El gobierno anunció un aumento en los impuestos aeroportuarios para los usuarios de las aerolíneas, como parte de su estrategia de incrementar el costo de la infraestructura estatal. Este ajuste, que ha elevado las tarifas aeroportuarias hasta un 3.2%, genera preocupaciones sobre su impacto económico adicional para los usuarios, sin garantizar mejoras directas en la infraestructura ya deficiente de los aeropuertos estatales.