¡Vaya fiestón sin anfitrión el que se aventó la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram)!
Se quedaron con los canapés en la mano y la foto de recuerdo pendiente porque el gran esperado, el Coordinador General de Puertos y Marina Mercante, capitán de altura Manuel Fernando Gutiérrez Gallardo, simplemente no llegó.
Dicen que mandó puro cuadro chico a la asunción de José Manuel Urreta Ortega, empresario proveedor de Pemex, porque la invitación o nunca llegó, o se perdió en altamar, o aterrizó en el buzón equivocado.
Lo cierto es que, a la mera hora, nomás no apareció, dejando a más de uno con cara de “¿y el pastel?”.
Además, dicen los que saben que las oficinas de la Coordinación de Puertos parecen más inaccesibles que la cabina del Titanic antes del iceberg para la otrora poderosa organización.
Y es que el organismo ya no es prioridad en esa dependencia de la Secretaría de Marina, porque sus asuntos más bien están enfocados en la Unidad de Capitanías y Asuntos Marítimos (Unicapam), con el vicealmirante Javier Torres Claudio al mando (por cierto, donde se fueron a persignar primero).
Por si fuera poco, la Cámara no solo perdió invitados, sino que también perdió tamaño.
Se asegura que el relajo que dejó el expresidente Raúl Téllez Villagra fue tal, que la membresía empresarial se desplomó y la sede corporativa pasó de ser un buque insignia a una lanchita inflable. Y es que, en su sede corporativa, de plano hay hasta falta de espacios vitales.
Claro, pueden culpar a la crisis de las navieras al servicio de Pemex por falta de pagos, pero la crisis de Cameintram ya lleva más de una década flotando a la deriva.
Por otro lado, el nuevo dirigente, en su apuro por ganar legitimidad, ha dicho a quien quiera escucharlo que trabajará en pro de la marina mercante mexicana y los puertos del país.
Suena muy bien el discurso, pero hay un pequeño detalle: Cameintram no tiene ni un solo puerto ni terminal portuaria entre sus miembros. Más bien, siempre ha estado en el negocio de las embarcaciones que trabajan para Pemex.
Así que todo apunta a que el capitán Urreta Ortega, flamante presidente 2025-2026, va a enfocar sus esfuerzos en donde está su verdadera brújula: Pemex. Porque ya saben, hay mares y hay lagunas… y en este caso, la ruta está clarísima.
