Por Daniel Zurita
La reciente imposición de aranceles del 25% a vehículos ligeros, camionetas pickup y autopartes por parte del gobierno de los EE.UU. ha generado fuertes señales de alerta en la industria automotriz mexicana.
Las principales organizaciones del sector han advertido sobre las consecuencias de esta medida, que podría definirse con mayor claridad el 2 de abril, cuando EE.UU. defina el alcance para México.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Nacional de la Industria de Autopartes (INA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) coincidieron en que los aranceles afectarán la competitividad regional y amenazan la integración automotriz de América del Norte, que se ha fortalecido en las últimas tres décadas.
Las agrupaciones empresariales también argumentaron sus preocupaciones por el impacto en consumidores, inversión y empleo en México, Canadá y EE.UU., en posiciones dadas a conocer tras la orden ejecutiva del jueves, firmada por el presidente Donald Trump.
Justificación y efectos
El presidente de los EE.UU. justificó los aranceles, argumentando que las importaciones de automóviles representan una amenaza a la seguridad nacional.
De acuerdo con sus proyecciones, esta medida incentivará la instalación de nuevas plantas automotrices en territorio estadounidense.
Al respecto, Renato Campos, analista de Squared Financial, advirtió que la incertidumbre generada por estos aranceles afectará sectores clave como el comercio minorista, la agricultura, la construcción y la energía.
A pesar de que la economía mexicana creció un 3.1% en 2024, el aumento de costos podría frenar este crecimiento e incluso generar estanflación.
Posible mitigación de efectos
Guillermo Rosales, presidente de la AMDA, explicó que los vehículos exportados desde México contienen un 40% de autopartes de origen estadounidense, lo que mitiga en parte los efectos de los aranceles gracias a una cláusula especial en el T-MEC.
En tanto, Eugenio Grandio, líder de la Electro Movilidad Asociación (EMA), destacó la importancia de no aplicar los aranceles para los vehículos eléctricos, ya que esto podría encarecer la tecnología y frenar su adopción.
Dicho pronóstico se basa en que México se ha convertido en un centro para la fabricación de autos eléctricos e híbridos, con inversiones de General Motors (1,000 millones de dólares) en Ramos Arizpe y BMW (800 millones de euros) en San Luis Potosí.
Impacto en el T-MEC
En este sentido, Franco Palacios, CEO de Creai, resaltó que el T-MEC fortalece la posición del país, permitiendo exportaciones sin aranceles, lo cual es estratégico ante la creciente incertidumbre comercial.
También, subrayó la importancia de implementar inteligencia artificial (IA) en la producción de vehículos eléctricos para mantener la competitividad de México en este sector.
En resumen, las medidas arancelarias de EE.UU. impactan negativamente a la industria automotriz mexicana, afectando la competitividad y las inversiones.