En un contexto de inflación creciente, en el que el Índice Nacional de los Precios al Consumidor se incrementó 0.37% en el mes pasado, el impacto en los bolsillos de millones de mexicanos es cada vez más evidente. Según el Barómetro de Tala, un estudio sobre el estrés financiero de los mexicanos elaborado a partir de encuestas, más del 28% de la población confirma haber tenido que reducir sus gastos para cubrir necesidades básicas como alimentos y vivienda, mientras que un 19.7% adicional afirma que ha hecho ajustes, aunque en menor medida, en su presupuesto.